Semiesfera elástica

Hace muchos años estuvieron de moda las llamadas pulgas saltarinas, unas semiesferas huecas de caucho que se invertían y colocaban en el suelo, de forma que daban un buen salto vertical al recuperar la forma habitual. 

Al dar la vuelta a la semiesfera tienes que hacer fuerza, y la pieza almacena energía elástica. Cuando recupera su forma inicial, la energía elástica acumulada se transforma en cinética, elevando la semiesfera hasta que se para instantáneamente en el aire y solo tiene energía potencial. Se cumple el principio de conservación de la energía.

En este caso se ha diseñado una parecida, pero con dos ventajas. En primer lugar, para que salte, después de invertirla hay que dejarla caer desde una cierta altura (a partir de más o menos un metro ya funciona), ascendiendo hasta más del doble de altura, con lo que se observa el incremento de energía potencial final debido a la elástica que se manifiesta al darse la vuelta el objeto. Y además lleva un reborde redondo para colocar la pelota de pingpong que está incluida, que asciende hasta una altura mucho mayor.
Se adquiere en Ventus por 7,57 € más los gastos de envío (12,99 € hasta 200 € de compra). No hemos encontrado el aparato en ningún otro distribuidor, pero lo seguimos intentando, porque, a pesar de ser interesante, resulta caro.

La pulga del ojo sangrante se adquiere en Retrochuches.com, al módico precio de 7,50 € seis unidades, transporte incluido.